Ao blog do Comité de Empresa da TVG súmase agora ExVoz, Altofalante de ex-traballadores do Grupo Voz que denuncia que a “a camarilla” ( capitaneada por Santiago Pérez e Luis Miguel Lois Blanco ) está a vetar “a publicación de artigos de certos xornalistas e colaboradores con argumentos que xustifican a censura en base a ao persoal, ao político ou á “oportunidade”, mesturando todo con absurdas maquinacións que se agochan no suposto “interese da empresa ” ou no desexo do editor. O certo é que en pouco tempo a precarización laboral está a visibilizar prácticas periodísticas ben preocupantes.
“En el nombre del presidente
El presidente quiere que… Esto viene de arriba… Debemos publicar que… A la empresa le interesa que… Esas y otras frases similares son habituales en boca de los miembros de “el grupito”, que recurre a esas y otras excusas para imponer el “ordeno, mando y hago saber”.
El control de lo que difunden los medios es norma en todos, tanto en los de propiedad pública como en los privados. En los segundos es legítimo, del mismo modo que debería ser legítimo criticarlo en el seno de la empresa, pero cuando el control rompe los límites racionales e impide incluso el diálogo, imperan la censura sistemática, las manipulaciones, las medias verdades e incluso la mentira.
En La Voz de Galicia el afán por controlar todas las informaciones y opiniones, primero en materia económica y empresarial y luego en asuntos socio-políticos, empezó a ir más allá de lo justificable a partir del año 2001/2002, con Bieito Rubido al frente de la Redacción, que sin rodeos introdujo criterios políticos y comerciales a la hora de valorar la información y darle salida, o no.”